Segunda parte
Lo que me ha pasado al verme escrita. (Libro de la Vida-Epílogo)
Es una frase de la Santa al terminar el libro de la Vida, verse a sí misma en las palabras, sus palabras. Escribir y traer a la memoria sus vivencias en una edad madura es una osadía en su tiempo. No solo obedece a sus confesores, sino que en la expresión de su yo, nos transmite una profunda vivencia de las virtudes teologales.
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Quisiera hacer eco de una homilía de Misa del mes de octubre de 2024, sobre el libro del Eclesiastés. "Vanidad de vanidades..." "...he visto cuanto sucede bajo el sol y he visto que todo es vanidad..." "...lo torcido no puede enderezarse, lo que falta no se puede contar..." (Ecl. 1, 2-11)
En construcción, el vano de una puerta es el vacío, lo que hay entre los marcos es nada, pero es todo, si me miro al espejo por la mañana, no veo nada importante. ¿Qué hay detrás de esa imagen si la miro desde otra perspectiva? ¿Qué ve Dios en ese rostro? ¿Qué ven los demás?
Volviendo a nuestro tema, es aquello que vemos de Teresa en su obra escrita, de su fatigoso afán bajo el sol del siglo XVI. Como dice Qohélet, "sale el sol y el sol se pone; corre hacia su lugar y allí vuelve a salir. Sopla hacia el sur el viento y gira hacia el norte; gira que te gira, sigue el viento y vuelve el viento a girar". (Ecl. 1, 5)
Esta palabra ha resonado en mí como una metáfora de la obra escrita de Teresa, gira que gira y recorre el mundo, las mentes y los corazones de hombres y mujeres de todos los tiempos. Pero lo físico, "lo que pasa, lo que sucede bajo el sol, todo es vanidad, lo que falta ya no se puede contar... pasó".
La esencia de las cosas está en la profundidad, en cómo vive cada persona la conciencia de su interioridad. La experiencia de Santa Teresa es, ese circular de la vida que sostiene muchas vidas, aquello que pudo contar y es una luz en nuestra interioridad. Es ese marco que sostiene la puerta, guardando en su interior el vacío, la nada, que es el todo, una realidad humana que es parte de nuestro existir. Aquello que hay detrás de la imagen en el espejo, es grandioso e invisible, es la obra de Dios.
En el artículo; Teresa, escritora-primera parte, veíamos desde un punto de vista cronológico su obra.
¿Qué nos ha pasado al verla escrita desde unos brevísimos resúmenes, que son como un grano de arena en la inmensidad del mar?
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Es así como en esta segunda parte de Teresa como escritora, vamos a conocer brevemente su obra en:
Camino de Perfección, libro de formación espiritual para sus hijas.
Libro de las Fundaciones.
Conceptos del amor de Dios.
Castillo interior.
Exclamaciones del alma a Dios.
Constituciones, modos de visitar los conventos, poesías, vejamen sobre las palabras, "búscate en mí".
1.- Camino de Perfección
Escribe el "Camino de Perfección" en 1566, dedicado especialmente a sus hijas del Carmelo de San José. Ellas le piden que escriba, porque fueron privadas de leer el libro de la Vida.
Camino de Perfección es el primer libro de formación para sus monjas. Como dice el Padre Tomás Álvarez, ella vive en ese tiempo "alta tensión espiritual, son los años te tensión estática en su vida mística, travesías de sus sextas Moradas, con grandes ímpetus y gran crecida del amor".
Escribió dos redacciones de Camino, se conservan los dos manuscritos:
Códice del Escorial: Autógrafo de la primera redacción.
Códice de Valladolid: Autógrafo de la segunda redacción.
Además en Madrid, Salamanca y Toledo se encuentran copias de los manuscritos corregidas por la Santa.
El Camino de Perfección es un diálogo de Teresa, con Dios y sus hijas. Ella, en el epígrafe que escribió en la segunda redacción deja muy claro que son avisos y consejos que da a sus hijas, "de los monasterios, que con el favor de Nuestro Señor y de la gloriosa Virgen Madre de Dios, Señora nuestra, ha fundado de la Regla primera de Nuestra Señora del Carmen. En especial le dirige a las hermanas del monasterio de San José de Ávila, que fue el primero de donde ella era priora cuando le escribió". (Epígrafe-Códice de Valladolid)
Este epígrafe es posterior a la redacción del manuscrito en que está plasmado por ella, es la primera hoja del autógrafo, donde en su reverso puso el título: "Camino de Perfección, compuesto por Teresa de Jesús..."
El códice de Toledo, copia de la obra para una futura edición, contiene correcciones autógrafas de Teresa, que expresan su última voluntad, antes de entregar el texto a la imprenta. Santa Teresa no vivió la dicha de ver editado su Camino de Perfección, la primera edición salió a la luz un año después de su muerte.
2.- Libro de las Fundaciones
En el libro de la Vida, Teresa describe su primera fundación; San José de Ávila.
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"Habiendo un día comulgado, mandóme mucho Su Majestad lo procurase con todas mis fuerzas, haciéndome grandes promesas de que no se dejaría de hacer el monasterio, y que se serviría mucho en él, y que se llamase San José". (V. 32, 11)
Las siguientes fundaciones las escribe a partir del año 1573 por obediencia al célebre jesuita, P. Jerónimo Ripalda, quien ordenó a nuestra santa Madre Teresa, elaborar la crónica de su hazaña reformadora. En 1573 en Salamanca, redactó los nueve primeros capítulos; las fundaciones de Medina del Campo y Malagón.
Entre 1574 y 1575 en Ávila, escribió otros diez capítulos. La fundación de nuestros hermanos carmelitas descalzos de Duruelo, el monasterio del glorioso San José en la ciudad de Toledo, las dos fundaciones de Pastrana, de frailes como de monjas y el monasterio de Salamanca.
En octubre de 1576 el Padre Gracián le ordena continuar el relato de sus fundaciones, y en un mes escribió los siguientes ocho capítulos, mientras estaba en Toledo. Fueron las fundaciones de Alba de Tormes, Segovia, Beas, Sevilla y Caravaca.
Al finalizar el capítulo veintisiete, la Santa dio por terminado su libro de Fundaciones, se encontraba en una situación difícil. El nuncio Sega la había mandado recluirse durante un tiempo. Nuestra Orden de Carmelitas Descalzos estaba siendo muy perseguida por los Calzados y otras gentes de Iglesia. Toda obra buena de Dios tiene que pasar por estas persecuciones.
Pasaron cuatro años, se reanudan sus andanzas como fundadora de 1580 a 1582. Y es así como relata las fundaciones de Villanueva de la Jara, Palencia, Soria y Burgos, la última.
Concluye el libro poco antes de morir. La primera edición del libro se hizo en Bruselas, en 1610, por iniciativa del Padre Gracián y Madre Ana de Jesús, recientemente beatificada por el Papa Francisco.
El manuscrito se encuentra en El Escorial
3.- Conceptos del amor de Dios
"Es una glosa libre, a modo de elevación meditativa, de versos selectos del bíblico Cantar de los Cantares" (Introducción O. Completas 15º Edición)
Este es uno de los escritos de la Santa sin autógrafo y de datación incierta. Existen copias en Alba de Tormes, Baeza, Consuegra y Desierto de las Nieves. El original no se conservó debido a la no aceptación de los diferentes comentarios del Cantar de los Cantares de ese tiempo, entre ellos de Juan de la Cruz y Fray Luis de León. Teresa habla del beso de Dios en conceptos del amor de Dios, ella dice que el beso es señal de paz y amistad con Jesús. La rivalidad y rigorismo de los teólogos de su tiempo, no hicieron posible que tengamos aquí hoy entre nosotros este autógrafo. Recordemos que a Fray Luis de León le costó cinco años de cárcel la publicación de su comentario al Cantar de los Cantares.
El 10 de junio de 1575 el Padre Domingo Bañez da su aprobación al manuscrito de Teresa, titulado: "Conceptos del amor de Dios". Después lo arrojó al fuego por indicación de Fray Diego de Yanguas. La Inquisición estaba en guardia y si hubieran encontrado el manuscrito de Teresa, nuestra Santa no habría podido evitar la persecución, tal vez un juicio y posibles castigos. Gracias a las copias existentes, hechas por otras personas, tenemos el texto de la Santa y podemos meditar y disfrutar de esa enorme riqueza espiritual.
4.- Castillo Interior
El Castillo Interior son las siete Moradas del alma según el proceso de Teresa, "fruto maduro de su última jornada terrena" (Introducción Obras Completas). En esta obra la santa enriquece el relato de Vida y Camino. Es la experiencia de los últimos diez años de nuestra madre Teresa, es su vida interior expresada en una mayor sobriedad, pero en una profundidad asombrosa. Se puede decir que en las Moradas podemos ver a Teresa viviendo en plenitud su vida cristiana.
Para resumir el contenido de esta obra, haré un listado con un pequeño resumen de los temas de cada una de las Moradas del Castillo Interior.
a) Primeras Moradas: Hermosura y dignidad del ser humano.
"Estando hoy suplicando al Señor hablase por mí, porque yo no atinaba a cosa que decir ni como comenzar a cumplir esta obediencia, se me ofreció lo que ahora diré, para comenzar con algún fundamento: que es considerar nuestra alma como un castillo todo de un diamante o muy claro cristal, adonde hay muchos aposentos, así como en el cielo hay muchas moradas (…) No hallo yo cosa con que comparar la gran hermosura de una alma y la gran capacidad; y verdaderamente apenas deben llegar nuestros entendimientos, por agudos que fuesen, a comprenderla, así como no pueden llegar a considerar a Dios, pues Él mismo dice que nos crio a su imagen y semejanza". (1 M 1,1)
b) Segundas Moradas: Las resistencias y batallas interiores.
"Ahora vengamos a hablar cuáles serán las almas que entran a las segundas moradas y qué hacen en ellas... Éstos entienden los llamamientos que les hace el Señor con palabras que oyen a gente buena, o sermones, o lo que leen en buenos libros y cosas muchas que habéis oído por donde llama Dios (...) Es de los que han ya comenzado a tener oración (…) Más es terrible la batería (guerra) que aquí dan los demonios de mil maneras y con más pena del alma que aun en la pasada". (2 M del único capítulo que contiene)
c) Terceras Moradas: La adolescencia del espíritu:
"De las almas que han entrado en las terceras moradas, que no las ha hecho el Señor pequeña merced en que hayan pasado las primeras dificultades, sino muy grande, de éstas, por la bondad del Señor, creo hay muchas en el mundo: son muy deseosas de no ofender a su Majestad, amigas de hacer penitencia, horas de recogimiento, ejercitándose en obras de caridad (…) Mas como aun es menester más para que del todo posea el Señor el alma, no basta decirlo, como no bastó al mancebo cuando le dijo el Señor que si quería ser perfecto. (El joven rico, en Mt. 19, 16) Desde que comencé a hablar en estas moradas le traigo delante; porque somos así al pie de la letra, y lo más ordinario vienen de aquí las grande sequedades en la oración". (3 M 5 y 6)
d) Cuartas Moradas: En que se trata qué es oración de recogimiento.
"Solo quiero que estéis advertidas que, para aprovechar mucho en este camino y subir a las moradas que deseamos, no está la cosa en pensar mucho, sino en amar mucho; y así lo que más os despertare a amar, eso haced. (4 M 1,7)
Como ya estas moradas se llegan más adonde está el Rey, es grande su hermosura y hay cosas tan delicadas que ver y que entender, que el entendimiento no es capaz para poder dar traza. ¡Cómo se diga siquiera algo que venga tan al justo que no quede bien oscuro para los que no tienen experiencia! (4 M 1,2)
En estas moradas pocas veces entran las cosas ponzoñosas, y si entran, no hacen daño, antes dejan con ganancia. Y tengo por muy mejor cuando entran y dan guerra en este estado de oración; porque podría el demonio engañar, a vueltas de los gustos de Dios si no hubiese tentaciones. (4 M 1,3)
Los que yo llamo "gustos de Dios" -que en otra parte lo he nombrado "oración de quietud" -es muy de otra manera, como entenderéis las que lo habéis probado por la misericordia de Dios. (4 M 2,2)
e) Quintas Moradas: Nuestra vida escondida con Cristo en Dios.
Ya habréis oído sus maravillas en cómo se cría la seda...
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Crecido este gusano, comienza a labrar la seda y edificar la casa a donde ha de morir. Esta casa querría dar a entender aquí que es Cristo. En una parte me parece he leído u oído que nuestra vida está escondida en Cristo, o en Dios, que todo es uno, o que nuestra vida es Cristo. (Col. 3, 3,4)
Pues veis aquí, hijas, lo que podemos con el favor de Dios: que Su Majestad mismo sea nuestra morada, como lo es en esta oración de unión, labrándola nosotras. Parece que quiero decir que podemos quitar y poner en Dios, pues digo que Él es la morada y la podemos nosotras fabricar para meternos en ella. Y ¡cómo si podemos!, no quitar de Dios ni poner, sino quitar de nosotros y poner, como hacen estos gusanitos; que no habremos acabado de hacer en esto todo lo que podemos, cuando este trabajillo, que no es nada, junte Dios con su grandeza y le de tan gran valor que el mismo Señor sea el premio de esta obra. (5 M 2, 2 y 5)
f) Sextas Moradas: En la región de los deseos de Dios.
Son las maneras que Dios tiene para hablar al alma, adonde el alma ya queda herida del amor del Esposo. Está tan esculpida en el alma aquella vista, que todo su deseo es tornarla a gozar. ¡Oh, válgame Dios, y qué son los trabajos interiores y exteriores que padece hasta que entra en la séptima morada. (6 M 1,1)
Otra manera tiene Dios de despertar al alma, y aunque en alguna manera parece mayor merced que las dichas, (en capítulo 2, 4) podrá ser más peligrosa y por eso me detendré algo en ella, que son unas hablas con el alma de muchas maneras: unas parece viene de fuera, otras de los superior de ellas, otras tan en lo exterior que se oyen en los oídos, porque parece es voz formada. (6 M 3,1)
Cuando el Señor es servido, estando el alma en oración y muy en sus sentidos, venirle de presto una suspensión, adonde le da el Señor a entender grandes secretos, que parece lo ve en el mismo Dios; que estas no son visiones de la sacratísima Humanidad, ni aunque digo que no ve, no ve nada, porque no es visión imaginaria, sino muy intelectual, adonde se le descubre como en Dios se ven todas las cosas y las tiene todas en sí mismo. ( 6 M 10,2)
g) Séptimas Moradas: Entrada en el centro del Castillo
Vivir en la Trinidad, para que nazcan obras.
Cuando nuestro Señor es servido haber piedad de lo que padece y ha padecido por su deseo esta alma que ya espiritualmente ha tomado por esposa, primero que se consuma el matrimonio espiritual métela en su morada, que es esta séptima; porque así como la tiene en el cielo, debe tener en el alma una estancia adonde solo Su Majestad mora, y digamos otro cielo. (7 M 1,3)
En la oración que queda dicha de unión, aunque no le parece al alma que es tan llamada para entrar en su centro, como aquí en esta morada sino a la parte superior. En esto va poco: sea de una manera o de otra, el Señor la junta consigo; mas es haciéndola ciega y muda, como lo quedó San Pablo en su conversión, y quitándole el sentir cómo o de qué manera es aquella merced que goza; porque el gran deleite que entonces siente el alma, es de verse cerca de Dios. (7 M 1,5)
Y metida en aquella morada, por visión intelectual, por cierta manera de representación de la verdad, se le muestra la Santísima Trinidad, todas tres personas, con una inflamación que primero viene a su espíritu a manera de una nube de grandísima claridad, y estas Personas distintas, y por una noticia admirable que se da al alma, entiende con grandísima verdad ser todas tres Personas una sustancia y un poder y un saber y un solo Dios; de manera que lo que tenemos por fe, allí lo entiende el alma, podemos decir por vista, aunque no es vista con los ojos del cuerpo. ( 7 M 1,6)
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5.- Exclamaciones del alma a Dios
En obras completas se reproduce la edición de Fray Luis de León, de las exclamaciones de Santa Teresa (Salamanca, año 1588).
No se conservan los autógrafos de este escrito de la Santa. Son una elaboración de otros textos escritos por ella, y que han sido recortadas de otros autógrafos suyos.
Son diecisiete exclamaciones a la vida, a la misericordia de Dios, a su gloria y poder. Como dice el P. Tomás Álvarez estas exclamaciones contienen los temas espirituales "más intensamente sentidos por ella, y su expectativa de la muerte. Su sentido de la ausencia de Dios, su magnificencia, y su amor a la Humanidad de Cristo".
6.- Constituciones, modos de visitar los conventos, poesías, vejamen sobre la palabra: "búscate en mí".
Constituciones: Cuando santa Teresa comenzó las andaduras de su tarea fundacional, ya estaba pensando en el estilo de vida de estas nuevas comunidades, en el orden que se ha de tener en las cosas espirituales, el horario de cada día, las formas y costumbres de la época en cuanto a la vivencia de los Sacramentos, la formación, lectura espiritual, los ayunos, la clausura. De las cosas temporales; el vestido, el sustento y el trabajo. De la priora, del tomar las novicias, las hermanas enfermas y una gran importancia da al espíritu de conversión que debe vivir cada hermana.
El texto de las Constituciones escrito por nuestra santa madre Teresa, es la base de las Constituciones antiguas de la Orden, avaladas por el Prepósito General. P. Juan Bautista Rubeo de Rávena. "Después añadió el muy reverendo Padre fray Pedro Fernández, visitador apostólico de esta Orden por nuestro muy santo Padre Pio V, algunas actas y declaraba algunas de las Constituciones; y también yo añadí algo visitando con comisión apostólica esta congregación de los carmelitas descalzos..." (Introducción obras Completas, pág. 1300)
El texto de las Constituciones publicado en Obras Completas , Monte Carmelo, 15º Edición es del texto primitivo y con algunos añadidos en el momento de ser aprobadas en Alcalá en 1581, como muy bien dice el P. Gracián en la cita anterior.
Modo de visitar los conventos: En octubre de 1576 Teresa escribe al P. Gracián una carta, en la cual una frase al parecer, alude a su escrito sobre el modo de hacer las visitas a sus conventos. La frase dice: "también he escrito esas boberías que ahí verá". En verano de ese año (junio-julio) había escrito el modo de visitar los conventos, a petición del P. Jerónimo Gracián, son avisos que ha de guardar el prelado en su modo de visitar las comunidades, corrigiendo las faltas que pueda encontrar. No era de su agrado esta tarea encomendada, por esa razón llama boberías a lo escrito esos primeros días. Pero una vez acabado su trabajo Teresa estaba contenta y el P. Gracián conforme y muy agradecido. "El contenido de sus páginas es un sartal de sugerencias, brindadas con fragante sencillez y exquisita finura a los visitadores de los Carmelos. Páginas de nítida transparencia y soberana eficacia". (Introducción de Obras Completas)
Poesías: En el libro de su Vida la santa declara no ser poeta, pero sus contemporáneos dicen que posee una admirable cualidad para escribir coplas. Y en momentos de grandes ímpetus, afloran de su pluma esos bellos versos místicos, humorísticos, villancicos y dedicatorias familiares.
En esta edición de Monte Carmelo hay 31 poemas distribuidos por temas; los nueve primeros celebran la íntima fiesta mística y personal de la autora. Luego están los poemas de las fiestas litúrgicas, sigue un grupo dedicado a las fiestas y acontecimientos propios del Carmelo, como tomas de hábitos y profesiones. Y el último es un poema humorístico que escribió recién fundado el Monasterio de San José de Ávila.
El torrente milagroso de los versos de Santa Teresa, como dice el P. Tomás Álvarez, se ha transformado hoy en un caudal de música, que hace oír sus notas y ritmos en todo el planeta. Sus poemas son bellas canciones que nos ayudan en la oración y la alabanza a Dios.
Vejamen sobre las palabras "búscate en mí": Es una respuesta que da la Santa a su hermano Lorenzo de Cepeda, respecto a esta frase que había oído en la oración, y remitido a su hermano, y éste a su vez, con la intención de entender lo que significa dicha frase, organizó un encuentro con Juan de la Cruz, Julián de Ávila, Francisco de Salcedo, y las monjas de san José de Ávila, mientras Teresa se encontraba en Toledo. Fue una "seria y solemne consulta" que se celebró en el locutorio de San José, con las monjas presentes. Todos debían responder, la respuesta escrita fue enviada a Madre Teresa. Y la Santa da su juicio titulado: Vejamen, es un hermoso texto donde Teresa expresa su convicción de la unión de su alma con Dios, y que no bastan aquí virtudes ni apuración, porque es cosa sobrenatural y dada de Dios a quien quiere. Teresa tiene la delicadeza de comentar la respuesta de cada uno.
Conclusión
Este artículo, unido a otro titulado: Teresa Escritora, primera parte, es un pequeño resumen, un grano de arena en la inmensidad del mar, de la obra literaria de Teresa de Jesús. Estoy muy consciente de que abarcar toda la obra escrita de nuestra santa madre Teresa, es algo nada fácil, pues es una riqueza enorme que poseemos en nuestra Orden, y que aun hay mucho por descubrir. Cada uno de nosotros tenemos la tarea de profundizar en sus escritos, estudiarlos, hacerlos vida. Mi deseo al escribir la conclusión de este trabajo, es motivar, para que cada lector de Teresa de Jesús pueda percibir su realidad como mujer que vivió el amor en esta tierra en plenitud, hermosa realidad, que no es la mía, porque es algo que yo puedo percibir de su hermosa experiencia de Dios..
Referencias bibliográficas
Obras Completas de Monte Carmelo- 15º Edición
Sagrada Escritura
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