1. Disposición inicial
Ahora debemos mirar nuestro corazón. Poco a poco vamos acercándonos al centro de nuestro castillo. Contempla con silencio tu interior. Calla tus sentidos y pensamientos un segundo, y siente la presencia de Dios en tu interior, Él está ahí… ahora puedes sentirlo.
Lee y el poema de Teresa de Jesús mientras experimentas el amor en tu corazón.
Dichoso
Dichoso el corazón enamorado
que en solo Dios ha puesto el pensamiento;
por él renuncia a todo lo criado,
y en él halla su gloria y su contento.
Aun de sí mismo vive descuidado,
porque en su Dios está todo su intento,
y así alegre pasa y muy gozoso
las ondas de este mar tempestuoso.
2. Medita con fe y esperanza
Llegar a las Cuartas Moradas es un regalo inmenso de Dios, pues aquí ya no entran las cosas ponzoñosas que dañan al alma (vicios, pecados, etc.). Dios te lleva de su mano y te cuida.
Has iniciado una nueva etapa en tu vida interior, Dios se hace más perceptible y poco a poco comienza a inflamar tu corazón. La oración se convierte en un dilatar el corazón, es un fuego que se enciende desde dentro, es el toque de Dios en el alma, un regalo de su gracia.
Esta es una etapa fundamental, poco a poco y sin darte cuenta las virtudes se han fortalecido en tu vida. Ahora tu fe es más viva y ya no temes las dificultades. Dios mismo te ha enseñado el camino que has de seguir y te ha ido guiando en cada paso. Has aprendido la humildad, ya no haces las cosas para que te miren, ahora sólo buscas a Dios.
No debes olvidar que todo ha sido un regalo de Dios. Todo cuanto has alcanzado hasta ahora ha venido de Él. Avanzar dependerá de que tengas esto claro, Dios es el principal protagonista en tu vida, permite que Él te lleve, ahora te toca ser dócil y dejarte llevar como un velero impulsado por el soplo de su Espíritu. NUNCA descuides tu relación con Él, aún debes mantener la vigilancia.
3. Reflexiona con el corazón
¿Sabes qué es amar? Recuerda que no se trata de gusto, sino de contentar en todo al Amado. ¿Cómo manifiestas el amor?
¿Qué aspectos de tu vida deben mejorar para amar más?
¿En tu oración quién es el centro? ¿Tus pensamientos, tus deseos o el amor de Dios?
4. Actúa con Amor
Esta es una etapa fundamental. Dios ya ha encendido el fuego del amor en tu corazón. Es necesario que ese amor poco a poco vaya dando frutos.
La propuesta de ahora en adelante es que intentes vivir la caridad en los pequeños detalles: intentar ayudar a quien lo necesita, no hablar mal de nadie, visitar un enfermo, aprender a escuchar, orar por quienes sufre, etc.
5. Música para orar
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