Estamos a punto de celebrar la solemnidad de San José y hoy, en el contexto del triduo, vamos a meditar en la devoción que Santa Teresa de Jesús nos invita a tener en este gran santo y cómo por su intercesión puedo llevar adelante la fundación de toda una familia religiosa.
Una familia nacida en San José
No podemos hablar del Carmelo Descalzos sin volver la mira a San José. Teresa de Jesús, muy devota de este santo, confío la construcción del primer monasterio de todo su proceso fundacional a San José, por mandado de Jesús:
Habiendo un día comulgado, mandóme mucho Su Majestad lo procurase con todas mis fuerzas, haciéndome grandes promesas de que no se dejaría de hacer el monasterio, y que se serviría mucho en él, y que se llamase San José, y que a la una puerta nos guardaría él y nuestra Señora la otra, y que Cristo andaría con nosotras, y que sería una estrella que diese de sí gran resplandor (V 32,11)
Teresa en esta experiencia mística recibe el mandato de Jesús de construir el monasterio y, además de eso, de ponerle por título San José. Teresa de Jesús obedece. San José, de Ávila será el monasterio histórico que marcará el inicio de toda una familia religiosa que aportará a la Iglesia toda una nueva escuela de santidad.
San José auxilio en la necesidad
No es sólo un asunto de título, es ante todo un tema de custodia. San José guarda el monasterio desde la entrada, y, en este, a toda la familia fundada por santa Teresa. San José, se hace responsable del cuidado de la familia y asume su rol de protector.
Teresa lo deja de manifiesto en un momento específico de necesidad:
Una vez estando en una necesidad que no sabía qué me hacer ni con qué pagar unos oficiales, me apareció San José, mi verdadero padre y señor, y me dio a entender que no me faltarían, que los concertase (V 33, 12).
San José abogado espiritual
En la vida de santa Teresa San José no solo aparece en momentos de dificultad exterior. San José es también un abogado y guía espiritual para la santa. De manera hermosa así lo expresa en el libro de la vida:
"Tomé por abogado y señor al glorioso San José y encomendéme mucho a él. Vi claro que así de esta necesidad como de otras mayores de honra y pérdida de alma este padre y señor mío me sacó con más bien que yo le sabía pedir. No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer.
San José es quien guía a Teresa en su camino de humildad y en su experiencia de crecimiento espiritual. Ella reconoce que este santo evitó que ella "perdiera su alma".
Así como salvó la vida de Jesús al irse a Egipto, hoy San José sigue salvando la vida de muchos creyentes, apartándolos de los peligros de la vida. Muchas veces no somos conscientes de la cercanía de José, probablemente porque es un hombre de silencio. Pero él está ahí. Ha estado siempre, porque él está donde está Jesús.
El Carmelo Descalzo, es todo de Jesús, pero también lo es de María y José.
¿En qué situaciones de tu vida te encomiendas a San José?
¿Has experimentado el auxilio de este santo en alguna situación partícula?
Gozo con la doctrina del Carmelo y me alegra conocer el aumento de sus seguidores...
Amo y sigo la doctrina del Carmelo Teresiano.