¿No sé si les pasa que, en la misa, durante la plegaria eucarística, algunos sacerdotes comienzan a nombrar santos algunos conocidos y otros que uno ni los conoce? Muchas veces en mi mente paso lista de los nombres que conozco y los que no. Fray Wilber, en su lista, casi siempre iba algo así: Juan Soreth, Teresa de Los Andes, entre otros… Siempre me llamó la atención el nombre Juan Soreth, por lo “raro” o diferente a los otros que siempre eran nombrados.
En una cena de esas que hacen falta, y que se espera que vuelvan, mientras comíamos sushi y con la conversación ya fluida con Fray Wilber, le pregunté:
— ¿Por qué Juan Soreth? ¿Quién es él?
— Es un carmelita calzado que hizo mucho por los seglares. Deberías de buscar sobre él. — Me respondió Wilber.
— Yo, puse cara de sorprendido.
Ese breve intercambio de palabras me llevó a escribir y compartir sobre este beato.
Juan Soreth nació en Caen (Normandía-Francia) en 1394. Ingresó en los Carmelitas de esa ciudad y fue ordenado sacerdote en 1417. Fue a París para estudiar teología avanzada en la universidad. Después de obtener una licenciatura en teología en 1437 y un doctorado en 1438, fue nombrado regente de estudios en la extensa casa de estudios de Place Maubert. Rápidamente fue elegido Provincial para el centro-norte de Francia, y ocupó bien ese cargo desde 1440 hasta1451.
Entre sus actividades más conocidas está la ampliación de la Orden de parte de Juan para incluir a las mujeres, así como una extensión de la espiritualidad Carmelita a hombres y mujeres laicos.
A lo largo de su vida, Juan actuó con gran valor. Simbólico de su audacia personal fue un incidente en Lieja, mientras que la ciudad fue saqueada por Charles the Bold en 1468. Una turba violenta había irrumpido en la iglesia de San Cristóbal y había esparcido hostias consagradas en el suelo. Juan las recogió sin temor y las llevó a la iglesia Carmelita. Por esta razón, los artistas a veces representan a Juan con un ciborium (copón).
«El beato Juan Soreth fue uno de esos hombres del siglo XV en el que estuvo siempre vivo el sentimiento de cambio y renovación de la Iglesia y se preocupó de hacer cuanto pudo para conseguirlo. Fue también uno de los grandes priores generales de la Orden», escribe el P. Smet.
Juan Soreth murió en Angers en 1471 después de 20 años de liderazgo enérgico. Fue beatificado por Pío IX en 1866.
Manuel M. Solorzano, OCDS
Comunidad Stella Maris
El Salvador
Para conocer más:
http://carmelitassantos.blogspot.com/2017/07/juan-soreth.html
http://www.carmelitas.org/santos/memorial-del-beato-juan-soreth-julio-24/
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